Día 7: A falta de pan Dukan buenos son profiteroles

23:30
El día de hoy no ha sido malo, sino pésimo. Me he pasado todo el día en un colegio electoral viendo como los interventores de los principales partidos políticos se han pasado el día comiendo donuts, café granizado, bombones y cocas saladas mientras yo me preguntaba: no será este triste bocadillo de jamón serrano lo único que me van a traer en doce horas, ¿verdad? Y no, no ha sido lo único. A las 4 menos cuarto de la tarde y después de 8 horas sentada delante de una urna marcando nombres con un rotulador y diciendo vota me han traído una ensalada de pasta de color rosa chicle (no es coña), unos trozos de queso manchego bajo una capa de grasa, chorizo y salchichón de bastante buena calidad y un pollo asado que brillaba muuuuucho seguramente de la cantidad de aceite que llevaba. Y de postre: profiteroles. ¡Joder! ¡De todos los menús posibles el menos light! Así que después de ojear durante unos 5 minutos aquellos manjares y de decidir claramente que no podía comérmelo todo, he decidido comerme el pollo y los profiteroles, que al fin y al cabo eran sólo dos, aunque con mucho chocolate, y seguramente serían menos malos que el queso manchego y el chorizo, que además sacian mucho menos. Bueno, que no me voy a justificar más, que me zampé unos profiteroles y no eran precisamente Dukan. Acabo de llegar a casa desfallecida y tras una intentona por entrar en el Mc Donalds a por algo grasoso y calórico, he dado media vuelta y me he venido a casa a comerme dos yogures de pera y una gelatina de coca-cola. Hoy obviamente no os voy a poner mi menú, no sería un buen ejemplo :(